Recientemente leí la noticia de que un diputado de Sonora, no sé
muy bien de qué ciudad, fue asesinado fuera de su casa. Este hecho le dio la
vuelta a México por el hecho de que en Julio 1, el había ganado el lugar
de diputado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Justo ayer, vi en
el noticiero de las 10:30, en el cual, aparecían los presuntos culpables de
aquel homicidio, los cuales confesaron el móvil del crimen. Todos (4 personas)
confesaban como supieron donde vivían y como lo sorprendieron. En cambio, hubo
uno cuyo nombre es Wilfred quien aseguró le encargaron que él fuera quien
disparara. “Me dijeron, Wilfred tu dispara, y yo les dije que no lo haría, que
ya me había metido erróneamente al narcotráfico y no pensaba quitarle la vida a
alguien, sin embargo mi cuñado necesitaba los $50,000 que nos pagarían y el
hizo el trabajo.” Estas son palabras de Wilfred.
¿Cuál es el problema? Para mí el problema, quitando el asesinato,
es la acción que hizo esta persona. Aprovechándose de la necesidad del cuñado,
le ofreció un trabajo que no es nada bueno, nunca es bueno matar. Sabiendo que
el asesino necesitaba el dinero, por razones las cuales no confeso, este hizo
que se metiera en un problema mayor.
Obviamente hubo mal uso de la libertad. Para empezar ambas
personas usaron mal su libertad al entrar al negocio del narcotráfico, habiendo
muchos otros trabajos los cuales hacer.
Wilfred uso su libertad medianamente bien, ya que opto por no
matar a alguien, por respetar a una familia. Por el otro lado, a sabiendas de
la posición económica en la que se encontraba su compañero/cuñado ofreció $50,000
por matar a un individuo que lo único que hizo fue ganar unas elecciones.
Ahora esta segunda persona obviamente uso mal su libertad, ya que
a mato a alguien a cambio de dinero. Puede que si haya necesitado mucho ese
dinero, pero no hay pretexto para matar a alguien. Muchos argumentaran “es que,
qué tal si el dinero era para una buena causa” yo les contestaría que puede ser
cierto pero no debió matar a nadie.